Con el inglés comenzamos a partir de los 5 meses, y lo que hacemos es introducir la segunda lengua en las actividades cotidianas.

Sabemos desde hace tiempo que el bilingüismo tiene múltiples ventajas para los niños y por eso apostamos por acercar el idioma a los niños desde bien pequeñitos.

Una de las razones de empezar tan pronto con el idioma es la de aprovechar la enorme capacidad de absorción de conocimientos, los niños tienen una capacidad increíble de aprender. Aprender idiomas modifica nuestro cerebro y lo hace más ágil, nos aporta lo que se denomina flexibilidad cognitiva, que es la capacidad de adaptarnos a nuevas situaciones y hacerles frente.